El hombre detrás de la operación que permitió desbaratar a la organización más importante de falsificadores de documentos en Estados Unidos fue un agente doble que trabajó para Cuba y los servicios de seguridad estadounidenses con el nombre de código Lázaro.
Robert Kelly -ese es su nombre verdadero-, elaboró un plan con todos los ingredientes de una novela de espionaje: una fachada de empresario de éxito en Centroamérica, una dama engañada y un intento de "asociarse" con los falsificadores para ver si en la lista de clientes había sospechosos de terrorismo.
El plan se cumplió en su casi totalidad con la detención del jefe de la organización, el mexicano Manuel Leija Sánchez, y sus hermanos Luis y Pedro, además del cierre de las operaciones de la banda en este lado de la frontera.
Sin embargo, Kelly lamenta que el objetivo principal de la llamada "Tag Operation" -comprobar si terroristas islámicos utilizaban los documentos comercializados en su mayoría a inmigrantes- no se pudo cumplir por falta de cooperación entre agencias de seguridad estadounidenses.
En declaraciones a Efe y en extractos de un proyecto de libro que escribe bajo el nombre "Sin cobertura oficial: la historia de Lázaro", Kelly reveló detalles de su trabajo para infiltrar a la familia de falsificadores, como que tuvo que casarse con Suad Leija, la hijastra de Manuel.
Kelly se define como un "NOC" (sigla en inglés de Sin cobertura oficial), término utilizado por los servicios de inteligencia para identificar a los agentes u operativos que trabajan encubiertos sin lazos con el gobierno que les paga.
En caso de ser descubiertos, esos agentes que en su vida ficticia pueden ser periodistas, empresarios o académicos, no tienen protección oficial.
Actuando como tal, Kelly dijo a Efe que su primera misión fue la infiltración de la Dirección de Inteligencia de Cuba a fines de 1999, cuando creó una página en internet llamada La Voz de Cuba para defender la devolución del niño Elián González a su padre.
La madre de Elián se ahogó durante un intento de cruzar el estrecho de la Florida desde Cuba, el niño fue el único sobreviviente y se convirtió en protagonista involuntario de una controversia sobre su tenencia entre el gobierno cubano y Estados Unidos.
Kelly dijo que los cubanos, al considerarlo "solidario con la causa por los artículos y comentarios publicados en la página", lo reclutaron para trabajar para ellos en el sur de la Florida y Centroamérica.
Entre las misiones recibidas, figura una maniobra para desprestigiar a los congresistas republicanos Ileana Ros-Lehtinen y Lincoln y Mario Diaz-Balart, e informar sobre grupos anticastristas.
Toda esta actividad era informada a la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) y a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), al tiempo que identificaba agentes cubanos que trabajaban en Costa Rica y otros países centroamericanos, Naciones Unidas y Washington DC.
En el libro afirma que estuvo involucrado además en la venta de lanzadores portátiles de misiles SAM en Nicaragua y en el intento de deserción a Estados Unidos de una científica cubana.
Durante cuatro años, según dijo Kelly, trabajó y vivió en San José de Costa Rica y Miami Beach, y visitó La Habana mensualmente para informar y recibir nuevas misiones.
Según Kelly, fue en sus contactos con los servicios de inteligencia cubanos donde obtuvo el primer indicio de que "terroristas islámicos podrían ingresar a Estados Unidos por la frontera mexicana", y aquí ser provistos de documentos falsos de excelente calidad.
"En mi primer memorando (de 2002) propuse crear nuestra propia operación de falsificación que permitiera colocar un chip en cada documento para facilitar el seguimiento e identificar a los compradores", dijo.
"Esto puede sonar como una locura, pero era precisamente para eso que me pagaban", dijo Kelly.
Sin embargo la propuesta no fue considerada por sus superiores y después de dos años surgió una nueva operación, denominada Tigre de Papel, esta vez con participación de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE).
Kelly se infiltró en la familia Leija Sánchez que tenía negocios de falsificación en Chicago y otras 33 ciudades de Estados Unidos, aunque para ello tuvo que engañar y casarse con Suad que tenía entonces 20 años.
"Yo nunca le mentí, simplemente no le conté toda la verdad", dijo Kelly, quien tiene 63 años y continúa casado con Suad (actualmente de 26 años), radicados en Atlanta, Georgia.
Kelly lamenta que su esfuerzo no dio los frutos esperados, porque aunque la organización de falsificadores fue descabezada "nunca conseguí revisar sus computadoras y las listas de clientes".
"Al FBI le interesaba el contraterrorismo y al ICE solamente los documentos y los ilegales. Por falta de cooperación entre agencias la operación quedó incompleta", afirmó.
Manuel y su hermano Luis se encuentran presos en Chicago, aguardando juicio por asociación mafiosa, asesinato, lavado de dinero, falsificación y contrabando de indocumentados.
Pedro está detenido en México y será extraditado en el futuro para ser juzgado en la misma causa.
Kelly a su vez decidió hacer pública su actividad con una entrevista por televisión en 2006 y escribir ahora un libro, al igual que su esposa Suad, que será la testigo principal de la fiscalía en el juicio contra su familia.
"No podía seguir escondido para siempre. Mucha gente conocía mi verdadera identidad, inclusive los Leija Sánchez", afirmó
Fuente: Recibido via Mail por Tata
Fuente Real: PONTEALDIA
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