Mónica Juanatey Fernández: "El niño de la Maleta"

Mónica Juanatey Fernández

Un caso estremecedor este, de una Madre que confiesa haber ahogado a su hijo en la bañera, para luego meterlo en una maleta y deshacerse de el.

Mónica Juanatey Fernández, de 30 años, natural de Noia y vecina de Mahón.
De caracter introvertido e incluso "extraño" que pudo mantener el engaño durante tanto tiempo a sangre fria.

La madre, Mónica J.F, tuvo a su hijo con apenas 18 años, en Galicia, de donde es natural. Al poco, rompió con el padre del niño, y se mudó con sus padres a la localidad de Noia. En 2007 Mónica decidió irse a vivir a Mahón (Menorca) con un novio al que había conocido por internet, dejando a su hijo con los abuelos.

Quiso hacer una nueva vida, y ni siquiera le contó a su nueva pareja que tenía un hijo de 8 años.


Pero al poco de estrenar su vida en la isla balear, los abuelos enviaron de nuevo al niño con ella. Puede que porque considerasen que el niño debía estar con su madre, o porque eran demasiado mayores para atender a un pequeño. Y aquí es donde empieza a evidenciarse una frialdad sin límites en Mónica, cuándo ésta se entera de que sus padres han metido a César en un avión con destino Menorca el 1 de julio de 2008 e incluso habían trasladado el expediente escolar a la localidad .

A su pareja le contó que un sobrino suyo vendría a pasar una temporada con ellos. Pero que sólo serían diez días, le prometió. Para perpetrar la mentira obligó a su hijo a llamarla 'tía' para que nadie descubriera el engaño.

Pasado ese plazo, cuando se cumplía el décimo día, la madre dio un baño a su hijo. Y lo ahogó, porque estaba "agobiada por la situación". Según ha confesado ella misma, lo metió en una maleta, con las cuatro cosas que traía de Galicia – un estuche, un comic, varios cromos, rotuladores, algo de ropa...- se subió en el coche y lo abandonó en una zona poco transitada. Adiós César, ni rastro de él. O eso pensaba Mónica que jamas hubiera imaginado que unos excursionistas encontrarian su cuerpo mas tarde, dos años pasaron para que Cesar pudiera descansar en Paz ahora ya que los padres de Mónica Juanatey se han trasladado a Menorca desde Noia (A Coruña), donde residen y de donde es natural esta familia, para hacerse cargo de los restos mortales de su nieto, que trasladarán a Galicia para darles sepultura.

A su entorno, a su pareja, y al que le preguntara, le contó "que su sobrino había vuelto a Galicia con su familia". Y siguió con la red de mentiras, durante dos años: chateaba con los familiares y amigos como si fuera César el que estaba al otro lado de la pantalla. En facebook, se hacía "fan" de los comic que le gustaban a su difunto hijo.

Tras aparecer la maleta la policía no tenía datos de ADN que coincidieran con el registro de menores desaparecidos. Nadie había denunciado la desaparición del niño hallado.Un detalle por el descuido de la madre al desacerse de las pruebas Ella se aseguró de no meter nada en la maleta que pudiera identificar a su hijo, pero se olvidó del estuche escolar y la delatadora inscripción “César J.F.” que el mismo niño hizo debajo de la goma de borrar.


Un hilo del que la policía siguió tirando, y descubrieron que había un menor que no había renovado su DNI en Noia (La Coruña) y que se ajustaba a esta descripción. La mentira se venía abajo, poco a poco.

La Policía contactó con los abuelos, quienes dijeron que el niño vivía con su madre en Mahón. A su vez, contactaron con Mónica, que les dijo que César vivía con sus abuelos y su padre en Galicia.

Habia indicios de la preparacion de una huida, Mónica llamó a una de las empresas para las que prestaba servicio como limpiadora para anunciar que el viernes no podía ir a trabajar porque se encontraba mal y tenía cita con el médico. A su casero le había anunciado que iba a abandonar la vivienda actual en fechas próximas. Por este motivo la Policia llegó a enviar desde Mallorca un helicóptero de vigilancia para evitar que escapase yfue detenida de inmediato.

Todo se desmoronó, y la madre acabó confesando que mató a su hijo a sangre fía, en la bañera. Ahora está en prisión sin fianza, imputada por un delito de homicidio culposo con agravantes de alevosía y abuso de superioridad.


Coinciden sus vecinos de Maó y de Son Vilar (donde figura empadronada desde octubre de 2008 hasta abril de 2010) es en su carácter reservado y en la suciedad y las molestias que originaba el perro que tenían con su pareja, un hecho que contrasta con el empleo de limpiadora que desempeñó para el Grupo Eulen en un concesionario de Maó. Pero quien podria imaginar que era tan fria y calculadora como para haber cometido tal atrocidad.

Esta seria la dolosa historia de Cesar.

En detalle:

El hallazgo del cuerpo encontrado por dos excursionistas

El cuerpo del menor fue hallado por dos excursionistas el pasado 24 de noviembre, por lo que los agentes policiales han tardado menos de 72 horas en identificar al niño, después de que las primeras investigaciones concluyeran que los restos óseos hallados en el interior de una maleta correspondían a un varón preadolescente, de entre 10 y 13 años, que había fallecido hace entre uno y tres años y cuyo cuerpo se descompuso dentro de esta maleta.

Asimismo, junto a los huesos del menor, también se encontraron revistas infantiles de cómic manga en castellano, así como cromos, lápices de colores y una araña y un escorpión de juguete dentro de un cristal de metacrilato. Por otro lado, en el interior de la maleta, que era de color rojo y de tela, se hallaron un chándal, unos vaqueros, unas bermudas y una camiseta de manga corta, que correspondía a un varón de entre 10 y 13 años.

El Relato y declaraciones de Monica Juanatey :

En primeras declaraciones Monica Juanatey declaró que se encontró a su hijo muerto y que, por miedo, ya que es soltera, decidió no contárselo a nadie y esconder su cadáver en una maleta, en la que, también intentó ocultar distintos efectos personales del niño, como ropa, juguetes, revistas o cromos con los que ha sido posible su identificacion posterior.

Mas tarde confesó ante la Policía que mató a su hijo ahogándolo en una bañera al sentirse angustiada y estresada por diferentes causas, según precisó el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía Bartolomé Campaner, que apuntó al 10 de julio de 2008 como la fecha aproximada de la muerte del menor, que, en ese momento, tenía nueve años.

Ante los investigadores del Cuerpo Nacional de Policía, Mónica Juanatey Fernández relató:

Que es soltera y tuvo a su hijo en A Coruña, ciudad en la que vivía cuando, a finales de 2007, comenzó a mantener una relación a través de Internet con un hombre que residía en Mahón.

Unos meses después, concretamente en marzo de 2008, decidió trasladarse a Menorca y dejar al niño con su padre biológico, aunque pasado un tiempo se arrepintió y se desplazó a Galicia para retirarle el niño a su padre y dejarlo con los abuelos maternos.

Sin embargo, llegado un momento, los abuelos consideraron que el menor debía vivir con su madre y lo enviaron en avión a Menorca el 1 de julio de 2008, decisión que le complicó la vida a Mónica Juanatey, pues nunca le había comentado a su pareja que tenía un hijo; de hecho, y según fuentes policiales, incluso llegó a contarle que sus padres habían muerto.

Ante esta situación, cuando llegó a la isla, esta noiesa le dijo a su hijo que le llamara tía, ya que ella iba a decir que era su sobrino, y como tal se lo presentó a su novio, al que también le concretó que sólo iba a pasar con ellos diez días. Mató a su hijo ahogándolo en una bañera al sentirse angustiada y estresada por diferentes causas y posteriormente, metió su cadáver y pertenencias en una maleta que abandonó en una zona de monte bajo, y muy poco transitada, situada en Binidalí, en la costa sur del municipio de Mahón. Ese mismo día, y cuando éste regresó del trabajo, Mónica Juanatey le dijo a su novio que el niño ya se había marchado.

10 de julio de 2008 como fecha aproximada del suceso
Mónica Juanatey Fernández, de 30 años, natural de Noia y vecina de Mahón, madre del niño cuyo cadáver apareció en el interior de una maleta localizada en Binidalí (Mahón), confesó ante la Policía que mató a su hijo ahogándolo en una bañera al sentirse angustiada y estresada por diferentes causas, según precisó ayer el jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía Bartolomé Campaner, que apuntó al 10 de julio de 2008 como la fecha aproximada de la muerte del menor, que, en ese momento, tenía nueve años.

La Investigacion 

Janka Jurkiewicz, portavoz del Cuerpo Nacional de Policía, explicó que:

Los investigadores resolvieron este crimen a través de los enseres del menor encontrados en la maleta, entre los que figura un cómic manga (Naruto, número 28) del que, gracias a la editorial Glenat, se pudo saber que no podía haber sido vendido antes de 2007. Asimismo, la maleta contenía un estuche de colores que tenía inscrito, bajo una goma, el nombre César J.F., si bien los objetos están muy deteriorados y la letra resulta ilegible.

Se detalló que agentes adscritos al Grupo de Homicidios introdujeron estos datos, junto a la edad aproximada del niño (fijada entre nueve y 13 años, aunque la búsqueda se amplió a un rango de entre ocho y 14) en las bases operativas utilizadas en estos casos para comprobar si existía alguna denuncia de un menor desaparecido con estas iniciales y esa edad en España o el extranjero. Este rastreo no dio resultados, pero sí permitió a la Policía descubrir, a través del SAF de la Comisaría de Vigo, que un menor natural de Noia que se ajustaba a esta descripción no había renovado el DNI y había estado escolarizado en Noia desde 2003 hasta 2008. Establecida esta conexión, los investigadores se pusieron en contacto con los abuelos maternos, quienes les manifestaron que el niño estaba en Menorca con su madre. Luego, al hablar con la parricida, ésta declaró que su hijo estaba en Galicia con su padre y abuelos, versión incoherente que derivó en su detención.


Matizando que, tras el asesinato, Mónica Juanatey fingió a través de la Red de Internet que el niño estaba vivo, llegando incluso a precisarle a sus allegados que había hecho la Primera Comunión en noviembre de 2008 y se puntualizó que esta presunta parricida de Noia no mantenía contacto con sus familiares gallegos, quienes le enviaban regalos para el niño que nunca fueron devueltos. Los abuelos del menor tampoco sospecharon en ningún momento lo que había pasado, ya que justificaban la ausencia de noticias suyas en las malas relaciones que mantenían con la madre.

Y tampoco se extrañaron en el colegio gallego en el que el niño cursó estudios antes de viajar a Menorca, ya que a finales de 2008 se realizó el traslado de su expediente escolar por un cambio de residencia.

Janka Jurkiewicz y Jaume Campaner, jefe del CPN de Baleares

Después de señalar que Mónica Juanatey no tiene antecedentes de problemas psiquiátricos y que actualmente mantenía una relación estable con el mismo hombre con el que ya estaba cuando se produjeron los hechos, la misma portavoz policial definió los mismos como un asesinato premeditado, además de descartar que la actual pareja sentimental de esta joven noiesa pudiera haber sido su cómplice.

Mensajes y engaño, una mentira mantenida a largo plazo

Monica Juanatey mantuvo en 2008 una nutrida correspondencia vía internet con una amiga de su pueblo natal, Noia (A Coruña), justo en el año en que, según fuentes de la investigación, se desplazó a Menorca y se deshizo del menor. La hoy detenida contactaba con su amiga escribiéndole comentarios en su blog bajo el seudónimo de Muki y el contenido de los mismos revela alguno de sus pensamientos más íntimos en el momento supuestamente más tenebroso de su vida.


El más revelador es el escrito día 17 de marzo de dicho año, en que asegura estar en Menorca sin su hijo. Lo habría dejado en Galicia con el que parece ser su padre, Alberto M., del que explica que «está muy raro y mosqueado porque me he venido a trabajar. Cuando se lo dije le pareció bien pero, claro, ahora se da cuenta de lo que es estar con el niño todo el día y no tener libertad para hacer lo que le dé la gana», en una muestra de cierta necesidad que tenía de liberarse de la carga del menor.

Y seguido, escribió que Alberto le había enviado un mensaje de móvil en el que le exigía: «Quiero que te vuelvas este mes o me das una dirección para mandarte al niño y cuando vuelvas no estaré». Mónica enfadada con su pareja entonces le advertía a su amiga: «Si no le gusta que deje al crío con mi madre, ya lo recogeré cuando vuelva».

Sin duda para ella, Cesar, su hijo de 9 años de edad, era una gran carga para ella.

Según se desprende de la cronología de los mensajes que intercambiaba con su amiga, Mónica se habría ido a las Balears en busca de un empleo y meses más tarde habría regresado con la pareja y el niño. No en vano, el 5 de mayo le asegura en otro mensaje que «esta semana me voy para allí, pero sólo estaré hasta el 19 porque el 20 me tengo que presentar en un trabajo para no perderlo» y continúa explicando que «cuando todo empiece a ir como debe traigo al niño para aquí: César va a estar con quien debe, o sea conmigo y jamás en la vida se me ocurrirá dejarlo otra vez con nadie que no sea mi madre». La decisión de quedarse con el niño contrasta con la ofrecida anteriormente y revela la intención de iniciar una vida lejos de Galicia con su hijo y, según el relato de su entorno familiar en Noia, con el padre del mismo, Alberto M.

Ya en julio, fecha en que según la cronología revelada por fuentes cercanas a la investigación el niño ya estaría muerto, Mónica asegura que «César está contento por un lado, pero no por otro. Por un lado está conmigo y le gusta un poco el sitio, pero por otro está yendo a clase casi todos los días». Ese mismo día le revela a su amiga que en el trabajo la trasladan a Mallorca (se intuye que temporalmente) y explica que el niño «irá allí a unas clases de verano y así me ahorro un poco de pasta de la canguro». Se despide mandándole besos de César.

Cinco días después, el 17 de julio, le explica que están ultimando los preparativos para ir a Mallorca y vuelve a mandarle «un beso muy grande de César, que me pregunta cuándo vienes». Ese mismo día se intuye que ya no está con Alberto M., ya que acto seguido explica que «dice Alberto que te mandó no sé qué vídeos al mail, mira cómo cuando quiere me encuentra, hay que joderse».



Los comentarios a los que ha tenido acceso la prensa (Ultima Hora Menorca) suceden en 2008 y muestran la voz de la mujer que se ha convertido en foco mediático nacional tras el macabro hallazgo de la maleta.

¿Su vida desde el macabro suceso? Vida «normal»

Desde julio de 2008, la asesina confesa trabajó de panadera en Macxipà, de limpiadora en el Grupo Eulen y de guardia de seguridad en el Aeropuerto
Dos años largos, mientras vivía y trabajaba a pocos kilómetros del lugar donde dejó la maleta con el cadáver de César, Mónica Juanatey («Muki Pumuki» para su ex compañeras de Macxipà)
 Una de sus preocupaciones tras abandonar el piso de la calle tropical en  fue recuperar una paella deteriorada.


Un detalle penoso ¿Su preocupacion tras lo acometido? Recuperar una paellera oxidada...

Los actuales inquilinos de la casa de la calle Tropical donde residió en Son Vilar (Es Castell) relataron que los vecinos de al lado habían tenido algún problema con la asesina confesa y su pareja debido a la suciedad que había en su patio, a los ladridos de los perros y al fuerte olor. Poco después de abandonar la vivienda, Juanatey y su compañero volvieron para reclamar una paella que ni los actuales inquilinos usaban al estar ya muy deteriorada, demostrando una falta de arrepentimiento bastante considerable desde mi punto de vista personal.

 Nueva vida
Al mismo tiempo que se empadronaba en el Ajuntament de Es Castell, en octubre de 2008, Juanatey empezaba a trabajar en la panadería Macxipà de Sant Lluís, empresa para la que también trabajó en los locales de la Esplanada y la calle Nou de Maó.

Además de panadera, también ejerció de limpiadora del Grupo Eulen en un concesionario de Maó y como vigilante de seguridad en el Aeropuerto.

Todos estos trabajos y las limitadas relaciones personales que entablaba en ellos los compaginaba con su macabro secreto, el mismo que escondía, día sí, día también, a sus familiares en Galicia. Y logró pasar más o menos desapercibida, sin levantar sospecha alguna en el concesionario donde limpiaba o de cara al público en la panadería.

La opinion de sus compañeros y nuevos vecinos:
'Nunca te podrías imaginar que fuera capaz de hacer algo así'

  "Mónica se atrevía a dar consejos y lecciones de cómo afrontar los problemas, parecía una persona con principios"

En el concesionario en el que trabajaba Mónica, tal como relató uno de sus hasta ahora compañeros, "como suelen decir por la tele cuando pasan estas cosas, era una persona de la que nunca te podrías imaginar que fuera capaz de hacer algo así", algo les debió de hacer intuir que podría ser ella la responsable.
Las iniciales y el origen gallego motivaron que los compañeros de trabajo del concesionario se cruzaran llamadas, a pesar de que el sábado sólo está activo el departamento comercial. Sí, sí, sí... Se convencieron de que era ella.

"Estamos muy afectados", admitió Tolo, el gerente, con los ojos a punto de desbordar emoción contenida. "Yo soy padre y lo que ha hecho corta la respiración, es patético, horrible, no tiene justificación alguna", relata indignado y con los nervios a flor de piel. Busca poner tierra de por medio, lamentando que hubiera trabajado ni que sea indirectamente en la misma empresa que él durante año y medio. "Ella no trabajaba para nosotros", no se cansa de repetir.

En cuanto a su profesionalidad como limpiadora, ninguna queja. Era puntual y eficiente. "Incluso llegaba un poco antes de su horario para tomarse el café con nosotros. Nos solía invitar", explicaron desde el departamento de recambios.

María, de administración, está indignada y no se resiste. "A mí me contó que su hijo había muerto hacía cinco años en un accidente de tráfico en Galicia junto a su hermano. A nosotros nos daba mucha pena esta historia".

Mantuvo con tanto celo la privacidad de su entorno que se inventó uno, dando pistas falsas a unos compañeros que nunca llegaron a conocer a su pareja. Les contó que vivía en el campo y que llevaba once años con su actual pareja, ella decía que "marido". Era mentira.
Fuera del trabajo, no mantuvieron contacto alguno. "Yo nunca la vi en ningún otro sitio que no fuera aquí", aclara otro compañero.

En el barrio en el que llevaba unos meses, nadie la conocía y apenas se cruzaban unas palabras. Al contrario que en el trabajo, donde "no callaba ni debajo del agua". La describen como vivaracha, habladora, extrovertida y risueña. "Estaba algo loca, pero no parecía mala gente", explica Gerard Martín, del taller.

Estaba a la última en nuevas tecnologías, "todo el día con el móvil, mandando mensajitos". El mecánico destaca las ironías de la vida al recordar que "Mónica se atrevía a dar consejos y lecciones de cómo afrontar los problemas, parecía una persona con principios. Nosotros estamos flipando, es increíble".

Los Vecinos Conmocionados

Engañó a su pareja, según ha declarado éste, asegurándole que era su sobrino y que, tras diez días de visita en la Isla, había vuelto con su familia. En abril de 2010 se decidió, junto a su novio, con el que pretendía iniciar una nueva vida tras conocerle por internet, a abandonar la casa de la calle Tropical de Son Vilar e instalarse en la calle Sant Llorenç de Maó. Allí siguió manteniendo su farsa, su vida inventada de mujer sin cargas familiares, hasta el día en que fue detenida.

Con el vecindario de la calle Sant Llorenç tanto Mónica, de 30 años, como su actual compañero sentimental, un Vigilante de Seguridad, apenas mantenían relación. Los vecinos la describen como una persona introvertida y reservada, incluso "extraña".

Pocos se atreven a dar la cara y hablar en torno a un suceso que ha conmocionado a toda Menorca, una isla en donde ocurren pocos crímenes."Eran muy suyos, un poco ariscos, extraños, no se relacionaban con nadie y muchas veces ni saludaban", confiesa uno de estos vecinos.
Todo es silencio en torno a la vivienda marcada con el número 91 de la mahonesa calle Sant Llorenç.

Se cumplían casi 900 días y otras tantas noches tratando de ignorar la maleta abandonada en el bosque de Binidalí antes de ser descubierto el engaño.

La macabra sorpresa del novio

Su actual pareja, que no es el padre biológico del niño fallecido, manifestó a la policía que no tenía noticia del niño César. Las investigaciones policiales han descartado la participación de este hombre en la muerte y desaparición del menor.

El mayor sorprendido ha sido su actual pareja cuando el viernes por la tarde fue llamado a declarar por la Policía pocas horas después de la detención de Mónica.

Confesó no saber nada del caso. La veracidad de su explicación fue tal que la Policía nunca lo llegó ni a detener, sino que simplemente le llamaron para tomarle declaración y salió por la puerta de comisaría sin cargos.

El sábado, este guarda jurado contratado por la empresa Jab que estaba prestando servicio en la actualidad en la puerta de Quesería Menorquina, acudió a trabajar, fiel a su cita, según explicó ayer a este diario el encargado, quien salió en defensa de él.

"Es una víctima más, está encerrado en casa y no sabe qué hacer. Es muy buena gente y es muy desagradable lo que le ha tocado vivir".

Ante el cariz que estaban tomando los acontecimientos, optó por darle unos días de descanso que deben ayudarle a superar un trance que nunca olvidará.



Ahora esta mujer, que será sometida al veredicto de un juzgado popular y que logró durante más de dos años ocultar a todos que había dado muerte a su hijo y abandonado el cadáver en unos terrenos de monte bajo, poco transitados y de difícil acceso, situados en Binidalí, en la costa sur del municipio de Mahón se encuentra detenida ya que tras su declaracion el titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Maó ordenó el ingreso en prisión incondicional y sin fianza, imputada por un delito de homicidio doloso tras reconocer su participacion en los hechos,  la policía le imputa un delito de asesinato al concurrir en el homicidio del menor las agravantes de alevosía y abuso de superioridad, transforma la causa en un procedimiento con jurado.
El Juez a decretado SECRETO DE SUMARIO.

 Traslado a Prisión

En cumplimiento de la orden dictada por el titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Palma, en la que dictaba su ingreso en prisión incondicional y sin fianza imputada por Homicidio Doloso.

El 1 de Diciembre de 2010 la Guardia Civil procede ha su traslado desde el  cuartel de la Benemérita de Mahón hasta la prisión de mujeres de Palma, donde permanecerá recluida a la espera de que se celebre el juicio con un jurado popular. La hemos podido ver a cara descubierta, la infanticida salia del cuartel con cara seria y ropa sport, e intentando perder su mirada en el suelo. A su llegada a Palma agentes de la Guardia Civil la estaban esperando a pie de pista para inmediatamente proceder a su trasladado a la prisión.




Fuentes: Ultima Hora Menorca,  El Correo Gallego, Diario Que, La voz de Galicia, Informativos Tele5, El Mundo, Actualidad Orange, Diario de Navarra