Conjunto de dientes infantiles y fragmentos recogidos en Las Quemadillas y analizados por el forense. |
- El segundo informe refutaba las conclusiones de la Policía Científica
- Fue elaborado a petición de Ruth Ortiz, la madre de los pequeños
- Se emitió el 17 de agosto y lo realizó el forense Francisco Etxeberría
- Analiza someramente las fotografías y los restos de Las Quemadillas
- Establece que los huesos y dientes pertenecen a dos individuos de 6 y 2 años
- El tiempo que duró la hoguera fue suficiente para incinerar los cadávéres
- En las conclusiones se apunta que 'la muerte fue de tipo violento homicida'
Este estudio, filtrado a la opinión pública a comienzos de la presente semana y que refuta las tesis del primer informe pericial elaborado por la Policía Científica, ha provocado un giro de 180º en las investigaciones en torno a la desaparición en Córdoba de los pequeños Ruth y José Bretón Ortiz, de 6 y 2 años, el pasado 8 de octubre de 2011.
Además, motivó que el juez encargase un tercer informe al antropólogo y especialista José María Bermúdez de Castro, que respaldó el dictamen del segundo informe sobre el origen humano de los restos óseos de la finca de Las Quemadillas, propiedad de la familia de José Bretón, padre de los pequeños y que en prisión desde el 21 de octubre acusado de dos delitos de detención ilegal por desaparición de menores y otro de simulación de delito.
El informe de Etxeberría se organiza en torno a varias cuestiones:
Del análisis de las muestras, las fotografías del laboratorio y con los antecedentes del caso, el primer informe pericial elaborado por la Policía Científica había concluido que son "restos óseos de naturaleza animal (roedores, pequeños carnívoros, pequeños herbívoros y omnívoros) que fueron quemados desprovistos de partes blandas con madera de olivo y sometidos a más de 800º C". También que "en la hoguera no se produjo la incineración de ningún cuerpo o resto humano".
¿Se trata de restos humanos?
¿Cuál es el número mínimo de individuos representados en la muestra?
¿Se pueden establecer características discriminantes relativas al sexo o la edad?
¿Fue quemado el cadáver con sus partes blandas o se quemaron los restos esqueléticos?
¿A qué temperatura fueron quemados los restos o en su caso el cadáver?
Sin embargo, el antropólogo forense que estudió los restos a petición de Ruth Ortiz, la madre de los pequeños, realizó un examen detallado de las fotografías de los restos óseos y constató, entre otras cosas, que hay "molares infantiles con características morfológicas claramente humanas", "varios incisivos fragmentados" de un "individuo infantil" e incluso "vértebra humanas" con los "característicos canales o surcos que presentan durante el proceso de maduración esquelética".
La Policía Científica había estudiado la hoguera dividiéndola en una cuadrícula. En cada uno de los campos analizados recogió "múltiples fragmentos óseos", "varias piezas dentales", "restos de ropa parcialmente calcinados", en concreto "tejido de algodón, de color verde, que pertenece a la axila de una camiseta" e incluso "un elemento circular metálico" que el informe identifica como un "botón" y que más tarde se define como un "botón metálico con remache".
Asimismo, en el documento elaborado por el forense vasco se hace constar que un informe de la Unidad Central de Análisis Científico del pasado 14 de marzo de 2012, es decir, emitido con posterioridad al primer informe pericial de la hoguera elaborado, precisa que "no se han encontrado restos de sustancias 'acelerantes de la combustión'" como sí se afirmó en un primer momento.
Hoguera de Las Quemadillas una vez retirados los restos óseos. (Imagen del 10-10-2011). |
'Huesos incinerados y muy fragmentados'
Sentencia, además, que los restos "habrían experimentado temperaturas superiores a los 650-800º C como mínimo" y que varios de los dientes identificados son "molares" y "deciduales" -es decir, "de leche"-.
De lo expuesto en los comentarios a cada una de las fotografías, el segundo informe establece: "existen numerosos ejemplos que acreditan, fuera de toda duda, la pertenencia de una buena parte de los huesos a seres humanos". Más adelante sostiene incluso que "ninguna de las formas anatómicas de la muestra ósea recuerda a fauna, sea esta salvaje o doméstica". Es más, "la totalidad de los dientes son claramente humanos y, con total seguridad, no hay ninguno que pertenezca a fauna".
Tres astrágalos infantiles
A propósito del número de individuos, Etxeberría expone que se trata al menos de dos individuos por la existencia de tres astrágalos (hueso del pie): "dos son iguales en tamaño (pertenecientes a un menor de unos 6 años) y otro astrágalo izquierdo que es de menor tamaño -21 milímetros".Su dictamen es concluyente: "se encuentran representados dos individuos infantiles de unos 6 y 2 años". Las mismas edades que Ruth y José Bretón Ortiz cuando desaparecieron.
Las conclusiones de los astrágalos se apoyan en el análisis de otros tres fragmentos de "hueso petroso", que pertene al hueso temporal del cráneo. El forense recuerda que es el tipo de resto óseo "más resistentes a la degradación de los esqueletos", por lo que "se utiliza para establecer el número mínimo de individuos en enterramientos múltiples". De nuevo "se acredita la existencia de dos individuos, fuera de toda duda, entre los restos óseos recuperados en la hoguera".
¿Huesos o cadáveres en la hoguera?
El estudio investiga también si fueron quemados "uno o varios cadáveres o bien se quemaron restos óseos en fase de esqueletización (huesos)", para ello examina las grietas que presentan.En este caso, tanto en los fragmentos de fémur como en los arcos vertebrales, los tipos de fractura atestiguan, a juicio del forense, que los restos "fueron quemados con sus partes blandas", es decir, cadáveres y no esqueletos.
Para apoyar la tesis de que en Las Quemadillas ardieron cadáveres y no huesos se revisa también la combustión en los huesos del cráneo. Según el informe, los fragmentos óseos del cráneo tienen una mayor combustión por la parte externa que por la interna, "como cabe suponer cuando se quema la cabeza del cadáver por acción directa de las llamas".
Posición aproximada del cadáver del menor de unos 6 años en la hoguera. |
Análisis de la disposición de los cadáveres
El forense Etxeberría examina también la disposición de los restos en cada una de las cuadrículas en las que se dividió la hoguera. Una de las evidencias es que "los dientes recuperados e identificados se encontraban en cuadrículas contiguas y pertenecen al mismo individuo infantil de unos 6 años".Además, aunque el estudio afirma que no se puede determinar con exactitud la verdadera posición sobre la hoguera de uno de los dos individuos, la estatura de uno de ellos debía ser "inferior a 100 cm".
Y aventura que la "cierta dispersión de los huesos" podría "obedecer a factores naturales de la misma combustión como también a intencionados por manipulación".
Últimas conclusiones
Finalmente, respecto al "tiempo de cremación" necesario para incinerar "los cadáveres de dos menores de 6 y 2 años", el autor del segundo informe sobre el caso entiende que "resulta perfectamente posible hacerlo en una franja temporal de tres horas, de conformidad al avistamiento de humo en la finca Las Quemadillas entre las 14 y las 17 horas del día 08-10-2011".De hecho "la hoguera presentaba rescoldos seis horas más tarde (sobre las doce de la noche del día 08 de octubre de 2011)", argumenta el informe.
A su vez, la presencia de una mesa métálica "fuertemente oxidada por efecto del fuego y colocada sobre un lateral de la misma hoguera y que aparece dispuesta en el límite de las cenizas" pudo haber hecho "efecto de pantalla, de forma casual o intencionada", circunstancia que pudo aumentar la temperatura de la hoguera hasta niveles de entre 650ºC y 800ºC. El fuego, por otra parte, fue hecho "con abundante leña" y ardió "con llama viva en espacio bien ventilado (oxigenado) durante varias horas".
El especialista concluye que es imposible "establecer la identidad mediante técnicas genéticas ya que la elevada temperatura alcanzada destruye todas las moléculas de ADN". Y, a tenor de "los hechos circunstanciales y las evidencias materiales conservadas", diagnostica que "la muerte fue de tipo violento homicida desde el punto de vista de su etiología médico legal".
Por todo ello, Etxeberría juzga "verosímil y razonable considerar que los menores que se buscan tras su desaparición el día 08 de octubre de 2012 fueron quemados en dicha hoguera".
ARTICULO EXTRAIDO DE: EL MUNDO
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