"Los Asesinos de Corazones Solitarios"
Raymond Fernández
“Nunca maté a nadie. Soy incapaz de matar a una mosca”.
Raymond Fernández Martínez, hijo de padres españoles, nació en Hawai el 17 de diciembre de 1914. Su padre, un obrero, trataba a su hijo con dureza; el niño, pequeño y débil, nunca fue su preferido. Más tarde la familia se trasladó a Estados Unidos. El padre de Fernández compró una pequeña finca en Fairfield, Connecticut. A Raymond siempre le encargaban las tareas más desagradables. A pesar de que era muy inteligente, su padre no le dejó ir al colegio, y a los dieciséis años lo sorprendieron robando pollos. Los padres de sus otros dos cómplices pagaron la fianza; pero el padre de Raymond se negó y éste pasó dos meses en prisión. Durante la Gran Depresión de los años treinta, la familia se trasladó al sur de España. El padre de Fernández se convirtió en un importante hombre de negocios y llegó a ser alcalde de Orgiva. A los veinte años, Raymond se casó y durante la Segunda Guerra Mundial se marchó a Gibraltar, donde trabajó como vendedor de helados; a la vez realizaba labores de espionaje, obteniendo información para el gobierno británico.