El 22 de noviembre de 1963 en el estado de Dallas, Estados Unidos, la vida del presidente John F. Kennedy llegaría a su fin. Un mar de incógnitas inundó, y hoy en día sigue inundando al mundo entero, y la realidad es que quizás nunca se sepa a ciencia cierta quién fue el magnicida que decidió poner fin a un gobierno que para algunos era brillante y para otros no tanto.
Lee Harvey Oswald asesinó al presidente Kennedy a las 12:30 del mediodía disparando desde la ventana del “Texas School Book Depository”. Dos proyectiles impactaron en el cuerpo de John F.; uno en el cuello perforándole la tráquea y otro en la parte izquierda de la cabeza, atravesándola de lado a lado. El primer proyectil siguió su trayectoria, impactando luego en el cuerpo del gobernador Connaly, rompiéndole dos costillas, perforándole un pulmón, partiéndole la muñeca y luego finalizando su trayectoria alojándose en su muslo izquierdo.
El presidente al recibir el primer impacto se ahogó en un grito de dolor inmenso llevando su mano hacia su garganta, pero luego el segundo proyectil impactó antes de que pudiera hacer algo al respecto, y cayó vencido en las faldas de su mujer Jacqueline quien estupefacta no podía comprender lo que había sucedido.
Segundos después del último disparo, la limusina presidencial partió a toda velocidad hacia el Parkland Memorial Hospital. A pesar de haber recibido una traqueotomía, su cerebro estaba muy dañado. El presidente John F. Kennedy había muerto.
Pero un dato tremendamente revelador fue captado por la cámara de un marino, en donde claramente se observaba que la herida de la gargante había sido un orificio de ENTRADA y no de salida como se habia previsto en un momento, y la herida de la cabeza era un orificio de SALIDA y no de entrada. Esto fue el detonante que hizo que la investigación tomara un rumbo inesperado. La cámara y la película le fueron confiscadas al hombre, y el cuerpo de Kennedy fue retirado a punta de pistola del hospital por el Servicio Secreto, por razones que nunca saldrán a la luz pero que son realmente sospechosas.
Lee Harvey Oswald, el incriminado
Oswald era un hombre solitario que trabajaba en el archivo Texas School Book Depository. Fue detenido en la calle poco después de que el presidente había sido herido gravemente, e inmediatamente después de haberle disparado a un policía que lo había detenido.
Lee Harvey había efectuado los disparos desde una ventana del Texas School Book Depository, pero las teorías de los investigadores, involucraban a más de una persona. Harvey no había actuado solo. Ante la falta de evidencia, debían recurrir al testimonio y prestar importancia a su declaración, pero un nuevo hecho daría un nuevo giro. Oswald fue asesinado antes de ser juzgado y declarar ante la comisión Warren.
Jack Ruby le disparó a Oswald y lo único que le dijo a la justicia fue “Es la más extravagante conspiración en la historia del mundo. Debía concretarse en una fecha futura…”. Ruby dijo que asesino a Oswald “para evitar el sufrimiento de un juicio a la señora Kennedy”. Pidió varias veces a la Comisión Warren ser trasladado a Washington porque “un hombre asustado no puede declarar libremente en Dallas”. Ruby murió tiempo después en la cárcel debido a un cáncer de hígado, aunque en su lecho de muerte le confesó a su mujer que había sido inyectado con células cancerígenas.
Estaba claro: Oswald no había actuado sólo, por los siguientes motivos:
- Era prácticamente imposible obtener una buena vista desde el sexto piso del Texas School Book Depository.
- Algunos testigos afirmaron que vieron a más de un hombre en la ventana de la habitación desde donde se produjeron los diparos.
- Ambos disparos tenían ángulos diferentes, lo que concluía que había sido imposible que ambos provengan desde el mismo sitio.
- El intervalo entre los disparos había sido muy corto como para provenir desde el mismo arma.
El féretro de John F. fue trasladado en el avión presidencial. Allí se encontraban el ahora presidente Lyndon Johnson con su mujer, Robert Kennedy, Jacqueline Kennedy y demás funcionarios del gobierno de los Estados Unidos.
Alli fue cuando Lyndon Johnson juró lealtad a la nación. A su izquierda, el rostro entristecido de Jacqueline y su traje rosa manchado con la sangre de su difunto marido. Esta fotografía ha recorrido el mundo entero y se ha convertido en una de las imagenes más famosas de la nación.
¿Realmente habrá sido Lee Harvey el encargado de asesinar al amado presidente John F. Kennedy? O es posible que organismos como el FBI y la CIA hayan estado también involucrados y hayan contratado a Oswald como chivo expiatorio? La verdadera realidad, es que nunca lo sabremos con certeza…
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