Ariel Castro: 'El Mounstruo de Cleveland'

Ariel Castro, el monstruo de Cleveland: diez años de violaciones, palizas y abortos
Amy, Gina y Michelle vivieron en el auténtico infierno durante 10 años, sin que nadie supiera nada de lo que ocurría en el 2207 de la Avenida Seymour.

Era el amable chófer que invitaba a barbacoas, pero tambien fue el sospechoso del secuestro
  • Ariel Castro hacía vida normal en la misma finca que era una cárcel para sus víctimas
  • Arrestado por violencia doméstica en 1993, la policía contactó con él otras dos veces
Sus familiares aseguraban que era “amable”. Sus vecinos que era “un tipo normal”. 

Pero poco más se conoce de Ariel Castro, el propietario de la casa de Cleveland (Ohio) en la que la policía afirma que permanecieron cautivas, durante 10 años, las jóvenes Amanda Berry, Gina DeJesus, y Michele Knight, y que este lunes fueron encontradas sanas y salvas.


Los detenidos fueron en un principio Castro, de 52 años, y sus hermanos Pedro, de 54 años y Oneil, de 50, confirmo la Policía de Cleveland. A los tres se los relaciono con el secuestro de las chicas. Pero posteriormente se supo que solo Ariel Castro habia sido el culpable.

Castro, de origen portorriqueño, era un antiguo conductor de autobuses escolares de Cleveland. Aunque siempre hizo su trabajo de forma "excelente", según la empresa, se le abrieron expedientes varias veces, una de ellas por llamar "puta" a una estudiante y dejarla sola en el autobús. Después de estos incidentes, fue despedido en en noviembre.

Su tío, Julio Castro, asegura que su sobrino era bajista en varias bandas y que solía tocar en un club que perteneció al tío de DeJesus. En su perfil de Facebook, Castro señala que formaba parte del Grupo Fuego, "una banda de merengue y música tropical", si bien sus componentes se han apresurado a puntualizar que aquel solo tocó con ellos en dos ocasiones en 2008. Ariel es el único de los tres hermanos detenidos que residía en la casa donde hallaron a las jóvenes.

Charles Ramsey
Pérez describe a Castro como un hombre “carismático” al que le gustaba bromear con los chicos del barrio, llevándoles en su bicicleta. Charles Ramsey, el hombre que ayudó a huir de la casa a Berry, asegura que su vecino era “un tipo normal, una buena persona”. Ramsey aseguró a los medios de comunicación ese lunes por la tarde que a menudo había celebrado barbacoas con Castro en su residencia y que nunca sospechó que pudiera tener encerradas a tres personas. “Salía de su casa, jugaba con los perros, se ocupaba por mantener a punto sus coches y su moto y volvía a entrar. Nada raro”, reconoció.

Castro  divorciado hace años y los vecinos nunca lo volvieron a ver acompañado de una mujer. De repente empezó a pasear por el barrio popular de Cleveland con una niña de 6 años que presentaba como la hija de su novia, según Reuters. Todo el mundo creía que vivía solo, pero a la hora de comer llevaba a casa suficientes bolsas de comida rápida para alimentar a varias personas.

Tras descubrirse que la vivienda de su vecino servía de cárcel a tres adolescentes, algunos de sus vecinos comienzan a percatarse de ciertas costumbres de Castro que, antes, les habían pasado desapercibidas. Jannette Gómez ha asegurado a la prensa local que aquel solía aparcar su motocicleta y su camioneta roja en la parte trasera de la casa, cerraba la valla y entraba por la puerta de atrás, casi nunca por la principal. “A veces encendía la luz del porche, pero la casa siempre estaba a oscuras. Las persianas siempre estaban cerradas y al menos una de las ventanas estaba tapada con un panel”, recuerda.


Castro no era un desconocido para la policía. De los informes policiales y judiciales sobre él, se concluye que era un hombre irascible que luchaba por controlar su temperamento. En 1993, fue acusado de violencia doméstica, pero el juez decidió no procesarlo. Su exmujer, ya fallecida, tenía la custodia de sus hijos, aunque su abogado, Robert Ferrei, ha asegurado a The Plain Dealer que, en ocasiones, obligaba a sus hijas a estar alejadas de su madre. En 1996, Castro fue demandado por lanzar una valla contra uno de sus vecinos.

El alcalde de Cleveland, Frank Jackson, ha señalado este martes en rueda de prensa que los agentes contactaron con Castro en dos ocasiones, ninguna relacionada con el secuestro de las tres jóvenes y ninguna directamente en su vivienda de la Avenida Seymour. La primera, en 2000, fue a requerimiento del propio Castro, que llamó a la policía para denunciar una pelea en el vecindario. La segunda, en 2004, para preguntarle por un incidente en el autobús escolar que conducía en el que, al parecer, dejó olvidado a un niño. Los agentes llamaron a la puerta, pero nadie contestó.

En su perfil de Facebook, Castro señala que tiene cinco nietos y tres hijos. Uno de ellos, llegó a publicar un artículo sobre la desaparición de DeJesus, mientras trabajaba como becario de un periódico. Respecto de sus otros dos hermanos, su tío ha indicado a la cadena de televisión CNN que los conocía bien. “Les gustaba beber mucho, pero no sé si seguían haciéndolo ahora. Pero Ariel nunca fue un gran bebedor”, ha indicado.


Finalmente, Ariel Castro seria el único acusado por el secuestro, violación y maltrato de las tres jóvenes, además de la pequeña hija de seis años. Tras ser detenidos, sus hermanos Pedro y Onil fueron liberados de todos los cargos.

En un primer momento, los vecinos del barrio de mayoría puertorriqueña reaccionaron con estupor ante el terrible secreto de este hombre de 52 años que acudía a las vigilias por Gina DeJesus, mientas la mantenía secuestrada en su casa. Como Charles Ramsen, muchos de ellos habían acudido a las barbacoas que organizaba en su patio. Pero con el paso de los días, cada vez son más los testimonios que reconocen que el existían indicios sospechosos en el comportamiento de Castro.


Aunque aseguraba que vivía solo y no tenía pareja, un día comenzó a llevar al parque a una niña pequeña, a quien identificaba como la hija de su novia. Durante la pausa para la comida de su trabajo como conductor de autobús, acudía a la casa de la Avenida Seymour con grandes bolsas de comida y bebida, generalmente del McDonalds.

Su propio hijo contó al Daily Mail que su padre no le dejaba entrar a la mayoría de estancias de la casa cuando iba a visitarle. "Había cerrojos las puertas del sótano, cerrojos en el ático, cerrojos en el garaje", relató Anthony Castro, que nunca llegó a sospechar que tras esas puertas tres chicas trataban de sobrevivir, encadenadas y amordazadas.


Pero Ariel Castro estaba muy lejos de ser el "hombre normal" del que se habló en las primeras horas tras la liberación de las jóvenes. En noviembre del año pasado fue despedido de su trabajo como conductor de autobús, por dejar a un menor en el autobús al grito de "échate, zorra".

Se separó de su difunta mujer, Grimilda Figueroa, después de ser arrestado por violencia doméstica. Ella se mudó junto a sus cuatro hijos, pero Ariel nunca desapareció de su vida: volvió a darle una paliza cuando ya estaba con su nueva pareja y él ya tenía encerradas a las tres jóvenes. Todo indica que la relación con su familia fue la auténtica obsesión de Ariel, que solía dedicar agrios comentarios en su página de Facebook a "las mujeres que utilizan a los hijos" tras una separación.



"Las encontramos, las encontramos", aseguró el oficial de policía tras la llamada de Amanda Berry. Tras diez años de horrores, Ariel Castro se enfrentará este jueves ante la primera de sus citas con la justicia: de momento, tendrá que pagar 2 millones de dólares de fianza por cada víctima, y la Fiscalía ya ha pedido la pena de muerte para él.

VICTIMAS DURANTE UNOS TERRIBLES 10 AÑOS


Según revelaron los fiscales del caso, las tres jóvenes “hicieron todo lo humanamente posible para mantener un sentido de normalidad” durante el rapto.

Las tres mujeres que fueron secuestradas, violadas y vejadas durante un década por Ariel Castro documentaron su terrible experiencia en los diarios que escribieron durante su cautiverio.

Según revelaron los fiscales del caso, las tres jóvenes, Amanda Berry, Michelle Knight y Gina DeJesus, “hicieron todo lo humanamente posible para mantener un sentido de normalidad” y fueron capaces de marcar el tiempo, manteniendo estos diarios.

“Los escritos hablan de la conducta sexual forzada, de cómo estaban encerradas en un cuarto oscuro, de cómo trataban de prever el siguiente abuso, de los sueños que tenían de escapar algún día y reunirse con la familia y de cómo estaban encadenadas a una pared”, explicaron los fiscales.

El informe elaborado por la Fiscalía sobre las condiciones en las que sobrevivieron las tres jóvenes es desolador. Asegura que Berry, Knight y DeJesus vivieron largos tiempos de aislamiento, recibiendo sólo una comida al día.

Michelle Knight

Michelle Knight fue vista por última vez cuando salió de la casa de su primo, el 22 de agosto de 2002. Desapareció cerca de la calle Oeste 116 y la avenida Lorain, en un día que iba a comparecer ante un tribunal acerca de la custodia de su hijo.

Ella tenía 21 años al momento de su desaparición. La policía y los miembros de su familia llegaron a creer que Knight pudo haber desaparecido voluntariamente, creyendo que estaba frustrada tras perder la custodia de su hijo. Su madre creyó haberla visto con un hombre mayor en un centro comercial en la calle Oeste 117.

La peor Tratada
El secuestrador no quiso que naciera ninguno de los hijos concebidos por la más mayor de las mujeres secuestradas, la primera que raptó. Michelle, de 32 años, se quedó embarazada en cinco ocasiones y en otras tantas la obligó a abortar. Según contó a la policía, "Castro dejó de alimentarla durante dos semanas y le golpeó repetídamente en el estómago hasta que le provocó el aborto".

Tras su liberación fue la que mas cuidados medicos necesito Michelle, según algunas fuentes, padecia problemas de audición y tenia daños en los huesos de la cara tras recibir palizas durante años.

Amanda Berry

Amanda Marie Berry desapareció el 21 de abril de 2003, a los 16 años, un día antes de cumplir 17 años.Se cree que había llegado a casa de su trabajo en un Burger King en la calle Oeste 110 y la avenida Lorain, cambiándose de uniforme en el apartamento de su familia, pero nadie la vio allí. Dejó el dinero y toda su ropa en casa, y se sabe que tenía planes para celebrar su cumpleaños el día siguiente.

Inicialmente, la policía consideró a Berry una fugitiva, hasta que un hombre usó su teléfono celular para llamar a su madre, Louwanna Miller, alegando que la adolescente regresaría en pocos días y que se habían casado.

Miller busco a su hija durante tres años, pero murió en 2006 de insuficiencia cardiaca.

Berry apareció en 2004 en el programa de TV America's Most Wanted, que se se volvió a emitir en 2005 y 2006 y se la vinculada a Gina DeJesus, que posteriormente había desaparecido también en Cleveland.El caso de ellas fueron tratados en The Oprah Winfrey Show y The Montel Williams Show. Antes de su desaparición, Berry había estado en un programa de superdotados en la John Marshall High School, pero había cambiado a un programa escolar en casa en la que estaba próxima a graduarse.

Un bebe nacido en cautiverio

Durante el cautiverio nació Jocelyn, la hija de seis años de Amanda Berry. Lo hizo en una piscina hinchable y dentro de la casa, según el informe policial al que ha tenido acceso la cadena de televisión local WKYC, una subsidiaria de NBC

Castro obligó a Michelle Knight a hacer de matrona durante el parto y la amenazó con matarla si el bebé moría. "Según Michelle, Ariel le dijo que si el bebé moría, él la mataría a ella", dice el informe. Aparentemente, además, la niña dejó de respirar al nacer y Michelle tuvo que reanimarla haciéndole el boca a boca.

Amanda fue la unica que logro escapar del cautiverio, tras ser rescatada por Charles Ramsey y avisar a la Policia para que realizaran el rescate de Michelle y Gina.


Gina DeJesus


Georgina "Gina" Lynn DeJesus desapareció a los 14 años. Fue vista por última vez en un teléfono público a las 3 de la tarde del 2 de abril de 2004, mientras se dirigía la escuela secundaria donde estudiaba, en la calle Oeste 105 y la avenida Lorain. Ella y Arlene Castro, la hija del sospechoso Ariel Castro, habían llamado a la esposa de Ariel, Grimilda Figueroa, pidiendo tener una fiesta de pijamas en casa de DeJesus, pero Figueroa dijo que no podía ser. Berry y DeJesus desaparecieron a una distancia de cinco cuadras la una de la otra, tal vez incluso en el mismo bloque.

Castro ofreció a DeJesus ir a su casa a visitar a su hija, la cual era su amiga. En su lugar, la secuestró y mantuvo en cautiverio.

No se emitió una Alerta AMBER el día que DeJesus desapareció, porque nadie había sido testigo de su secuestro. La falta de una Alerta AMBER enfureció a su padre, Felix DeJesus, quien dijo en 2006 que creía que el público quería escuchar incluso si las alertas se hacen de rutina.

Una semana después de la desaparición de Gina, la policía dio a conocer un boceto y la descripción de un hombre hispano de 25 a 35 años, 5 pies 10 pulgadas (1,78 m) de altura, peso de 165 hasta 185 libras (75 a 82 kg), con ojos verdes, barba y delgado. El sospechoso había sido visto cerca una escuela de conducción en un vehículo azul claro o blanco, y preguntando por Gina. DeJesus fue presentada en America's Most Wanted en 2004, 2005 y 2006, y el programa de televisión también la vinculaba a Berry. Las desapariciones recibieron atención de la prensa en los últimos años y hasta 2012, mientras que la familia y otros celebraron vigilias y buscaron a DeJesus y Berry. Ariel Castro fue identificado por la familia de Gina en un video de dos de estas vigilias, y según informes, participó en un grupo de búsqueda y trató de acercarse a la familia. La policía mantuvo abierta una investigación activa, ofreciendo una recompensa de $ 25,000 por información sobre su ubicación.

EL HEROE


Charles Ramsey cuenta lo que hizo (rescatar a tres chicas que llevaban 10 años secuestradas) con naturalidad y enfado. Este vecino de Cleveland explicó que iba al McDonald a por una hamburguesa de las suyas cuando oyó gritos de una chica en la casa de su vecino.

Amanda Berry apareció ante él desesperada por conseguir abrir la puerta y salir de la casa, pero no podía abrirse. "Tuve que tirar la puerta abajo. Por suerte era de aluminio".

"Ví a esa chica volviéndose loca y tratando de escapar", explicó Ramsey, poco antes de quedarse de piedra cuando ella se identificó como Amanda Berry.

"Entonces me di cuenta de quién era y llamé al 911. Pensé que esa chica estaba muerta", insistió Ramsey quien agregó que la recordaba perfectamente porque era del barrio.

Este héroe inesperado ha contado que Amanda Berry salió con una niña pequeña de la casa. "Hermano, supe que algo iba mal cuando una pequeña niña blanca corría a los brazos de un hombre negro", asegura Ramsey en una entrevista muy acalorada.

Y es que los servicios de emergencia no reaccionaron al principio muy bien con su llamada, de ahí su enfado horas después cuando habla con el periodista. Pero Ramsey insistió: "Esta chica ha estado secuestrada así que ponte en su lugar".

LAS VICTIMAS ROMPIERON SU SILENCIO


DATOS DE UN INFORME POLICIAL
Según los datos del informe policial difundido por News Channel 5, las chicas no vivían en la misma habitación, y la mayor parte del tiempo lo pasaban esposadas con grilletes, o amordazas en salas separadas. Ocasionalmente, Ariel Castro dejaba alguna puerta abierta para tenderles una trampa, haciéndolas creer que podían escapar para después castigarlas con más palizas y privación de alimento. "Eran sus esclavas sexuales", señala el memorándum, que da cuenta de las violentas violaciones a las que sometió a las jóvenes durante diez años. "Estaban presas en sus calabozos, atadas con cadenas. Era como una sala de tortura sexual en la que este tipo hacía realidad sus más enfermas fantasías", ha asegurado The Telegraph un asistente de seguridad de Cleveland, tras visitar a las jóvenes.

Michelle sufrió cinco abortos, que le provocó el propio Ariel Castro, con infinitos golpes sobre su estómago y negándole la comida durante semanas cada vez que se quedaba embarazada. Según el informe policial el rostro de la chica está completamente desfigurado, fruto de las violentas palizas. Ella fue quien ejerció de comadrona en las navidades de 2007, cuando Amanda Berry dio a luz a su hija Jocelyn sobre una piscina de plástico en el sótano. Ariel Castro amenazó a Michelle con matarla si el bebé no sobrevivía, y casi lo hace: la joven tuvo que hacerle el boca a boca, porque durante unos segundos no respiró. Gina DeJesus fue la única que no sufrió ningún aborto, aunque fue igualmente violada y maltratada. Hasta el momento, los investigadores no han encontrado rastros humanos ni en el jardín ni en los alrededores de la vivienda.

Las jóvenes sólo salieron en dos ocasiones de la casa de madera que fue su prisión durante una década, aunque tuvieron que hacerlo disfrazadas y no llegaron más allá del garaje de Castro. Sin embargo, el secuestrador sí paseaba habitualmente con la hija de Amy, a la que llevaba al parque. "No quería parecer entrometido" contestan los vecinos cuando se les pregunta si esto no les extrañó.

El informe, además, proporciona más datos acerca de cómo Ariel Castro secuestró a las chicas. A Michelle, la convenció para llevarla a casa en agosto de 2002. El caso fue similar con Amanda: ella salía de su trabajo en un Burger King, y Castro también se ofreció a llevarla a su domicilio, fingiendo ser el padre de un compañero de la joven. Con Gina fue distinto: Castro la conocía, dado que era una de las mejores amigas de su hija, que pasó con ella los minutos antes de que su padre la encerrara para siempre en el ático de su casa.

 LA CRONOLOGIA

Tras una década de búsqueda, esta es una historia con un final feliz. Una fuga temeraria y una dramática llamada al 911 condujeron al rescate de tres mujeres que presuntamente habían permanecido cautivas por años dentro de una casa en Cleveland, Ohio. A continuación presentamos una cronología del caso, desde antes de que las mujeres desaparecieran hasta su libertad.

2000: La policía visita la casa en Cleveland de los tres hermanos Castro, quienes años más tarde serían detenidos por secuestrar a Michelle Knight, Amanda Berry y Georgina “Gina” DeJesus. En aquel momento la policía estaba respondiendo a una llamada sobre una pelea que involucraba a Ariel Castro, uno de los hermanos, entonces chofer de autobús.

22 de agosto de 2002: Michelle Knight, entonces de 21 años de edad, desaparece. A ella la vieron por última vez en casa de un primo suyo en Cleveland, según Cleveland.com. Al siguiente día la reportan a la policía como desaparecida, aunque algunos miembros de la familia consideran que ella pudo haberse ido por su cuenta porque estaba enfadada tras haber perdido la custodia de su hijo. Como consecuencia de ello, su desaparición y su fotografía no fueron ampliamente divulgadas.

21 de abril de 2003: Amanda Berry llama a su hermana para decirle que la van a llevar desde su empleo en un restaurante de comida rápida a la casa el día antes de cumplir sus 17 años. Según las autoridades, ella se montó en un sedán blanco de cuatro puertas ocupado por tres hombres. No llega a la casa y es reportada como desaparecida, causando una enorme investigación que involucra publicidad nacional.

15 de noviembre de 2003: El FBI (Buró Federal de Investigaciones) revela que una semana después que Berry desapareció, su mamá recibió una llamada desde el teléfono móvil de ella. Una voz masculina dijo: “Tengo a Amanda. Está bien e irá a casa en un par de días”. Las autoridades no son capaces de determinar la autenticidad de la llamada.

Enero de 2004: La policía hace su segunda visita en cuatro años a la casa de los hermanos Castro. Ariel Castro, el chofer de autobús, ha sido acusado de dejar a un niño en un ómnibus; cuando la policía tocó a la puerta, nadie respondió. Posteriormente lo entrevistaron y descubrieron que él había dejado al niño “involuntariamente” en el ómnibus escolar, de acuerdo a “The New York Times”. Los oficiales determinaron que no hubo un propósito delictivo y no fue acusado.

6 de marzo de 2004: El FBI anuncia que el cuerpo encontrado de una adolescente cerca de San Diego a principio de la semana no corresponde con los récords dentales de Berry.

2 de abril de 2004: Gina DeJesus, entonces de 14 años de edad, desaparece mientras regresaba caminando a su casa de la escuela en Cleveland. Su caso presenta similitudes notables con el de Berry: ambas muchachas desaparecen dentro del mismo radio de cinco cuadras, miden alrededor de 5’1” y ninguna tiene antecedentes de huir del hogar.


9 de abril de 2004: la policía encargada de la búsqueda de DeJesus dice públicamente que está buscando a un hombre hispano que maneja un carro compacto de color claro y modelo viejo, cuya matrícula incluye las letras “SMS”, conduciéndolo por el área de donde DeJesus desapareció.

Noviembre del 2004: el caso de Berry se presenta en el programa de televisión “America’s Most Wanted”. El mismo mes, la psíquica Sylvia Browne apareció en el show de TV de Montel Williams, sindicado nacionalmente, junto con la madre de Berry y le dice que su hija probablemente está muerta.

24 de octubre de 2005: los padres de DeJesus, Nancy y Félix, suplican a nivel nacional en el programa sindicado “Maury”, pidiendo ayuda para encontrar a su hija.

2 de marzo de 2006: la madre de Berry, Louwana Miller, fallece de una insuficiencia cardíaca a los 43 años, aproximadamente tres años después de que comenzó la búsqueda de su hija. “La quiero en las noticias. Ella ha sido olvidada por el mundo entero. Esto me está matando”, Miller le había dicho a un reportero del Cleveland Plain Dealer, a quien a menudo le pedía que escribiera más sobre su hija.

21 de septiembre de 2006: la policía detiene a Matthew Hurayt, un agresor sexual de 35 años, después de recibir información de que el cuerpo de DeJesus estaba enterrado debajo de su garaje en el oeste de Cleveland. La búsqueda en su casa no arrojó nada.

6 de julio de 2007: otra muchacha de Cleveland, Ashley Summers, de 14 años de edad, desaparece sin dejar huellas en el mismo barrio que Berry y DeJesus. Su desaparición pone a Cleveland en ascuas y atrae más que nunca atención de los medios de comunicación hacia el vecindario y sus delitos sin resolver, a pesar de que aún no está claro si hay una conexión.

Abril de 2009: el FBI dice sospechar que Amanda Berry, Gina DeJesus y Ashley Summers podían haber sido raptadas por un hombre.

8 de septiembre de 2009: la policía descarta la posibilidad de que un cuerpo encontrado en Wisconsin en el mes de noviembre es el de Berry, después que los exámenes de ADN dieran negativo.

Enero de 2013: Robert Wolford, un recluso de Cleveland, es sentenciado a cuatro años y medio por proporcionar información de entierro falso en la desaparición de Berry, al enviar a las autoridades a un terreno de Cleveland en el verano del 2012 para que escavaran por sus restos.

6 de mayo de 2013: un vecino escucha un ruido que viene de la casa de los Castro. Dentro, Berry está tratando de salir, “golpeando la puerta y gritando”, dice el vecino Charles Ramsey. “He estado secuestrada y he estado en esta casa por mucho tiempo y quiero irme ya”, Berry dijo, de acuerdo a Ramsey, quien ayuda a echar abajo la cerradura de la puerta.

Una vez que la puerta se abre, Ramsey le da a Berry su teléfono para que pueda llamar al 911. Tiene una menor con ella. La policía detiene a los tres hermanos Castro: Ariel de 52 años, Pedro de 54 y Onil de 50. A las tres mujeres dentro de la casa, más el menor de 6 años de edad, las llevaron al hospital. Summers todavía está desaparecida.  

7 de mayo de 2013: a las tres mujeres le dan de alta del hospital en la mañana del martes.

En una conferencia de prensa, la policía elogia a Berry por lograr que ella y las otras mujeres salieran de aquella casa. “La heroína real aquí es Amanda”, dijo el Jefe interino de la Policía de Cleveland, Ed Tomba.

Hasta el martes en la tarde, todavía no se habían presentados los cargos contra los tres sospechosos.

8 de mayo de 2013: a las 11:35AM/ET Amanda Berry y su hija de seis años llegan a casa de su familia en una camioneta van. La policía bloquea la entrada de la residencia y el van accede a la residencia por un costado impidiendo el acceso de cámaras y periodistas. La van continúa hasta la parte posterior de la casa. Imágenes de un helicóptero muestran a Amanda y su hija que se bajan del van, corren y entran a la casa por una delgada puerta.

A las 11:50AM/ET, Beth Serrano, hermana de Amanda Berry, sale de la casa y hace la siguiente declaración a la prensa:
“Solo quiero que estamos tan felices de tener a Amanda y su hija en la casa. Quiero agradecer al público y a los medios de prensa por su apoyo en los últimos años. En este momento nuestra familia le gustaría pedir privacidad para que mi hermana, mi sobrina y yo podamos recuperarnos.

Agradecemos todo lo que han hecho por nosotros por los últimos 10 años. Por favor, respeten nuestra privacidad hasta que podamos hacer nuestra declaración. Gracias”.
26 de julio 2013: Ariel Castro declara en el Juicio para intentar evadir la pena de muerte. 

Para evadir la pena de muerte, a cambio de pasar el resto de su vida en prisión se declaró culpable el 26 de julio 2013. "El señor Castro acepta toda la responsabilidad de su conducta", afirmó el abogado defensor Craig Weintraub.

Por su parte, antes de conocer la sentencia Castro pidió perdón a sus víctimas y a su familia, y sostuvo que él también es una víctima al hablar de los abusos sexuales que dice haber sufrido cuando era joven y de su adicción a la pornografía.

“No soy un monstruo, soy un enfermo”
En el juicio se mostraron las imágenes de las habitaciones donde estuvieron secuestradas Gina, Amanda y Michelle durante diez años, en ellas aparecen cadenas y candados que se extendían por las distintas estancias, manteniendo a las chicas encadenadas.

Como pruebas se mostraron distintos escritos de Ariel Castro en los que declara con su propia letra "soy un depredador sexual".

7 de Agosto de 2013: La llamada "Casa de los horrores" en la que Ariel Castro mantuvo secuestradas a tres jóvenes durante más de una década, fue demolida este miércoles 7 de Agosto en un vecindario de Cleveland, en Ohio.

3 de septiembre de 2013: Castro fue hallado muerto en su celda, aparentemente se habría suicidado ahorcandose.

Castro, de 53 años, que se encontraba protegido bajo custodia y aislado de otros internos en el Centro de Recepción Correccional en Orient, Ohio, fue encontrado ahorcado por el personal penitenciario durante sus rondas en las instalaciones del centro correccional alrededor de las 21.20 horas (3.20 horas en España).

El servicio penitenciario señala que el personal sanitario ha intentado reanimarlo, pero sin éxito. El cadáver de Castro ha sido trasladado al Centro Médico Wexner, de la Universidad de Ohio, donde finalmente se ha certificado su muerte a las 22.52 (4.52 horas en España). Sus restos mortales aún siguen allí.

LAS TORTURAS
Las secuestradas de Cleveland sufrieron torturas como los prisioneros de guerra

Cada nuevo dato que se conoce de lo que ocurrió en el interior del 2207 de Seymour Avenue, la casa de los horrores de Cleveland, es más estremecedor que el anterior, y demuestra la crueldad y el sadismo a la que Gina, Amanda y Michelle fueron sometidas.

El informe que realizó la Policía de Cleveland después de haber entrevistado a las chicas tras su rescate apuntaba a que vivieron años en el sótano, encadenadas. Además, un familiar de Gino dijo que habían estado atadas como perros.

Ahora, según recoge el Daily Mail que cita a dos médicos que atendieron a las chicas, se ha sabido un dato que añade crueldad a lo ya conocido. Según las fuentes, Gina DeJesus no puede mover el cuello ya que tiene dañas las articulaciones y los músculos. Y esto es así por la cantidad de tiempo que pasó en su cautiverio atada del cuello.

Y es que el sótano se convirtió en un auténtico cuarto de tortura, tanto que los médicos han asegurado que las jóvenes fueron tratadas como prisioneras de guerra. Y sometidas, además, a todo tipo de abusos sexuales cometidos por el secuestrador, que se llamó a sí mismo depredador sexual y que aseguró en los interrogatorios policiales que no podía reprimir sus impulsos.

Posiciones de estrés, como en Guantánamo

En el sótano había correas para perros colgadas del techoy cadenas que pendían de las paredes. Las jóvenes permanecieron atadas años, tanto que Gina ha perdido la movilidad del cuello y todas presentaban escaras y ulceraciones por estar meses en la misma posición, posiciones además que los médicos que las han tratatado han llamado de estrés o de tensión.

Precisamente estas posiciones de estrés es uno de los métodos de tortura utilizado, por ejemplo, en campos de prisioneros como Guantánamo. Se fuerza al reo a una postura en la que la mayoría del peso de su cuerpo recae sobre uno o dos de sus músculos, lo que provoca un dolor insoportable y acaba con el desgarro de ligamentos de la articulación.

El tiempo que pasaban de esta manera les ocasionaba además úlceras y escaras debido a la inmovilidad, además de otro tipo de heridas. Pero además, en el sótano también las mantenía con grilletes.

También se ha sabido que cuando Ariel Castro se iba de casa por largos períodos de tiempo, acostumbraba a taparles la cara con cinta adhesiva, incluso los ojos, y sólo dejaba una pequeña abertura para que pudieran respirar. Cuando regresaba, les quitaba la cinta tirando de la piel y del pelo, provocándoles también heridas.

Michelle y Gina, las más perjudicadas

Las informaciones recogen también que todas, absolutamente todas las habitaciones de la casa, tenían candado, incluidos los cuatro dormitorios de la planta superior, tras los cuales sólo había un colchón tirado en el suelo.

Gina, Amanda y Michelle han reconocido a la Policía que apenas tenían movilidad por la casa. Los primeros años permanecieron encerradas en el sótano. Al final, Ariel Castro a veces las dejaba salir del infierno para encerrarlas en alguna de las habitaciones, y en estos casos casi siempre era Amanda a la que subía arriba. A Michelle y a Gina las dejaba en el sótano.

Ariel Castro utilizaba la comida como un sistema de tortura más. De nuevo, Michelle y Gina eran las más perjudicadas, tanto que los médicos han detectado a su salida una severa desnutrición. A Michelle, que le provocó cinco abortos a base de golpes, la dejaba semanas enteras sin comer hasta que apenas podía sobrevivir.

En este sentido, Castro hacía comer a una de ellas, o a dos, mientras la otra o las otras dos, a las que había dejado sin comer durante días, tenían que mirar sin probar bocado. Los datos apuntan a que a veces Gina y Michelle compartían comida a escondidas. Las dos salieron demacradas y desnutridas de la vivienda.

Lo que se desprende de todos estos datos es que parece que Ariel Castro trató mejor a Amanda que a Gina y a Michelle. Los psicólogos han explicado que entre las tres chicas, que no se conocían de antes, se generó un estrecho vínculo que se fortaleció con el nacimiento de Jocelyn, la hija que tuvo Amanda fruto de las violaciones de su carcelero.

FOTOS DE LA CASA DE LOS HORRORES














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