Madrid, 27 jul .- La Audiencia Nacional ha condenado a penas de entre cinco y siete años de prisión a cuatro colaboradores de ETA y ha absuelto a otra por haber ocultado y trasladado a Francia a finales de 2008 a los miembros de la banda terrorista Asier Borrero y Aitor Artetxe.
Así consta en la sentencia dictada por la sección cuarta de la sala de lo penal de este tribunal, que condena a Amets Ladislao a siete años de cárcel por su "papel preponderante en los hechos", ya que fue quien "materialmente transportaba a los huidos" al país galo y quien "buscó" a otro de los acusados, Ibai Egurrola, para que actuara de lanzadera en los traslados.
Para este último, así como para María Mercedes Alcocer y Javier Gutiérrez, ha impuesto una pena de cinco años de prisión.
Mientras, ha absuelto a María Isabel Prieto, cuya "única participación en los hechos fue consentir el alojamiento en la vivienda que compartía con Amets Ladislao de Asier Borrero" a petición de su compañera, "sin que conste" que ésta "le indicara algo respecto a las circunstancias del futuro huésped".
La sala, compuesta por la presidenta Ángela Murillo y los magistrados Teresa Palacios y Juan Francisco Martel, consideran probado que los cuatro condenados, "guiados por el deseo de coadyuvar con las actividades y los fines de la organización terrorista ETA, protagonizaron" el traslado de Borrero y Artetxe.
De esta forma, señala que Alcocer pidió a Ladislao ocultar a Borrero, que estaba en "situación de absoluto desamparo", a lo cual "no puso ninguna objeción", de manera que el etarra permaneció en el domicilio que compartía con Prieto desde finales de julio hasta el 15 de noviembre de 2008.
Ese día, lo trasladaron a la localidad francesa de Luquet (Francia), acompañado de Ladislao mientras Alcocer y Egurrola hacían de lanzadera, tomando previamente "medidas de seguridad" como la utilización de coches y teléfonos móviles "ajenos" y un sistema de comunicación con estos aparatos para advertir de posibles controles policiales en la carretera.
Unos días después, y tras culminar el regreso a España "sin incidencias", el 8 de diciembre Amets Ladislao transportó hasta la localidad francesa de Bigorre a Artetxe en un vehículo marca Skoda, esta vez precedida por Egurrola y Gutiérrez Jiménez con un Opel Zafira.
Sin embargo, los tres colaboradores "venían siendo objetos de vigilancia y seguimientos" por parte de la Guardia Civil, que finalmente los detuvo a su regreso a España en Irún.
Por último, los magistrados rechazan las alegaciones de torturas que adujeron los acusados durante las declaraciones policiales en las que se autoinculparon de los hechos, a las que dan "absoluta validez" e insisten en que "no se desprende prueba alguna" de que fueran víctimas de "los comportamientos crueles, despiadados e inhumanos" de los cuales afirmaron ser objeto.
"No olvidamos -todo lo contrario-, tenemos bien presente las formas y maneras en las que los cinco enjuiciados narraron en la vista oral -celebrada el pasado mes de abril- los eventos que decían sufrieron, compungidos y a veces con llantos que interrumpían sus discursos", señalan los magistrados.
0 comentarios:
Publicar un comentario