Durante los años 60´s, este asesino hizo su fama en San Francisco.
Misteriosas y numerosas muertes se le atribuyen, pero nunca se conoció el nombre de este criminal.
Su primer asesinato fue doble. Se trataba de una joven pareja que estaba estacionada en su auto en la zona aledaña al lago Herman. Nadie comprendió el motivo de la muerte de estas dos personas, pero el hecho es que el joven murió de un balazo en la cabeza, mientras que su pareja recibió cinco disparos en su espalda.
Aunque la policía llevo a cabo todas las investigaciones correspondientes al caso, el motivo del asesinato no fue resuelto.
Tiempo después, otra pareja fue asesinada de manera similar a la primera, pero esta vez, minutos después del crimen, la estación policial recibió un llamado, mediante el cual un hombre confesó haber realizado el crimen y dio detalles acerca del mismo. El sospechoso también declaró ser el autor del primer asesinato.
Días después, el criminal siguió dando pistas; pues un mensaje cifrado fue entregado en tres partes a tres periódicos diferentes.
Una vez descifrada (con excepción de los últimos 18 caracteres), la nota contenía el siguiente mensaje:
El asesino firmaba con un símbolo parecido a una mira.
Al tiempo, en un mensaje firmado como “Zodiac”, el asesino informó que su próximo objetivo sería otra pareja: Bryan Hartnell y Cecilia Sheppard.
Efectivamente, la tercer pareja fue atacada por el asesino, pero esta vez con un cuchillo.
Algo escapó a las manos de Zodiac, pues el joven sobrevivió y luego testificó para aportar datos sobre el criminal.
En su declaración dijo que se trataba de un hombre alto y fuerte, que estaba encapuchado en el momento del crimen y llevaba un manto con el mismo símbolo que utilizaba para firmar. A la vez dijo que el hombre les confesó que había escapado de una prisión de Colorado y que utilizaría su auto par huir hacia México.
El criminal grabó en la puerta del coche las fechas de los asesinatos anteriores.
Hacia octubre de 1969, un taxista murió de un disparo en su cabeza.
El arma que lo propinó era la misma que había utilizado Zodiac para matar a las primeras víctimas.
Haciendo las cuentas, siete fueron las personas de cuyas vidas se le atribuyen a este criminal, aunque podrían haber sido más. Se ha especulado que el número podría llegar hasta 50.
De la investigación correspondiente, pudo hacerse un retrato robot de Zodiac en base al testimonio de tres personas que presenciaron los crímenes.
En otras cartas recibidas por la policía, el criminal se atribuyó otros asesinatos, anteriores y posteriores a los enumerados en este relato, de similares características, aunque no pudo comprobarse que hubieran sido efectivamente cometidos por el mismo.
Muchos fueron los sospechosos vinculados con el caso, pero las investigaciones no arrojaron resultados certeros sobre el verdadero autor.
“La policía nunca me capturará porque soy muy listo para ellos” dijo Zodiac en una de sus cartas. Dicho y hecho, el criminal nunca fue capturado.
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