Además de la crueldad de sus crímenes, Ottis asegura haber estado vinculado con una secta satánica, para la cual, junto con su pareja Henry Lee, secuestraban niños, y los utilizaban para llevar a cabo sacrificios rituales, pornografía dura e incluso películas snuff, en las que torturaban a la víctima y la mataban lentamente mientras una cámara grababa las escenas en un plano fijo.
Una infancia totalmete lúgubre y llena de abusos:
La infancia de Ottis no fue para nada fácil. Su abuela era satanista y su hermana lo sometió a infinidad de perversiones sexuales desde muy pequeño.
Desde pequeño, Ottis era un poco retrasado, y a los 7 años ya se vestía como una niña.
Logró finalmente liberarse de su hermana cuando la metieron en un reformatorio, y a partir de entonces se hizo amante de un vecino.Ottis tenía una obsesión con el fuego, pues se dedicaba a incendiar casas y luego de hacerlo se masturbaba.
Antes de llegar a la edad de 10 años se hizo adicto a las drogas y el alcohol . A los 13 años se ofrecía para hacer felaciones de manera gratuita a los borrachos.
Con 14 años cometió su primer asesinato, y a los 25 ya tenía en su haber 13 condenas.
La pareja: Henry Lee y Ottis
Años mas tarde, Toole se enamoró perdidamente de Henry Lee Lucas, ignorando que los dos compartían la misma perversión necrófila y el asesinato.
Henry Lee tenía la inteligencia que le faltaba a Otis, mientras que éste poseía la fuerza bruta que Henry no tenía.
La pareja no era para nada higiénica, pues siempre andaban sucios y descuidados, pero poseían una “simpatía” que les facilitaba acercarse a las personas.
Juntos cometieron varios asesinatos.
Su zona de acción era la autopista I-35, donde se dedicaban a matar gente, descuartizarla, y repartir luego los pedazos por todo el país.
Esta tarea fue la que dificultó la tarea policial de encontrar las pistas necesarias para atraparlos.
Henry Lucas mataba mayormente a mujeres, utilizando un cuchillo, mientras que Otis elegía a los hombres, a quienes disparaba sin piedad.
Ambos abusaban de sus víctimas, a quienes después de asesinar, las descuartizaban y las violaban una vez más después de muertas.
Uno de los peores crímenes de Ottis, fue el de quemar vivo a un anciano en su casa, aún con su piromanía presente, prendió fuego la vivienda mientras observaba como el pobre viejito pedía auxilio asomado desde la ventana.
Toole y Henry Lee Lucas
Trío de asesinos:Tiempo después se unió a la pareja una sobrina de Ottis, que a pesar de tener 15 años, aparentaba tener tan sólo 10.
El trío se dedicaba a llamar a las puertas de las casas usando como señuelo a la niña, que con su inocente aspecto conseguía que le abran las puertas. Una vez lograda esta tarea entraban de golpe los 3 juntos para realizar sus fechorías.
Con el tiempo, la niña y Henry se enamoraron, lo que hizo que Henry quisiera comportarse como una persona normal y comenzaron los problemas con Ottis.
Henry dejó de cometer asesinatos para dedicarse a su enamorada, incluso se dedicaron a cuidar durante un tiempo a una anciana, pero este cambio no duró mucho tiempo.
Volvieron a sus andanzas en la carretera, y tras vivir un tiempo en otro pueblo, la joven quizo ir a visitar a su familia en Florida.
Esto no le gustó para nada a Henry, pero de todas formas lo aceptó.
Durante el viaje tuvieron una discusión, que terminó por colmar la paciencia de Henry, quien asesinó a la muchacha de una puñalada en el corazón y posteriormente la violó.
Más tarde declaró que ese fue el mejor acto sexual con su amada.
Finalmente dejó una pista:
Después de este crimen, volvió con la anciana que en un tiempo habia cuidado con su chica, y la asesinó. En esta ocasión dejo pistas tras su paso y finalmente lo agarró la policía. Henry confesó sus crímenes, y junto con el cayó también Ottis.
A Ottis lo condenaron a cadena perpetua y murió años mas tarde en la cárcel, mientras que a Henry le dieron condena de muerte, la cual fue rechazada y terminó también en prisión.
Se estima que la pareja cometió cerca de 100 asesinatos juntos.
Y esto no es todo:
Además de los asesinatos cometidos, a la pareja se le ha atribuído el hecho de pertenecer a una secta satánica y de dedicarse al tráfico de menores.
Según una declaraciones de Toole: ” …Hubo una época en que ganábamos dinero vendiendo niños a México, que empleaban para películas porno… otros los vendían directamente a gente rica… teníamos una especie de altar y les rajábamos la garganta, bebíamos la sangre y a veces cocíamos los cadáveres… a veces los nuevos miembros cortaban los cuerpos antes de follárselos… y después follaban a los animales y los mataban… y después había una gran fiesta durante la cual comíamos a alguien y a los animales…”
Esta cuestión se mantuvo en la duda, pues la policía nunca pudo probar la existencia de este grupo de satanistas que Ottis declaraba como estructura organizada.
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